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martes, 21 de novembro de 2017

Reflexión grupo 12, de una sesión del módulo 2

Resumen de la sesión impartida por el ponente Fernando Aguilar – Galindo Ávila "Competencias sociales y comunicativas. 2ª parte: Habilidades y competencias sociales”


El sábado 21 de octubre contamos con la presencia de Fernando Aguilar-Galindo Ávila quien continuó con el tema iniciado en la sesión del día anterior “Competencias Sociales y Comunicativas” esta vez hablando de las habilidades y competencias sociales necesarias para poder desempeñar adecuadamente nuestra labor como personas trabajadoras dedicadas a la Orientación Laboral. 

Empezamos la sesión escuchando “Simply The Best” de Tina Turner, para pasar a hablar de la importancia del Conocimiento y Autoconocimiento, de las Emociones y la Inteligencia Emocional, del Liderazgo e influencia, de la Proactividad y de la Gestión del estrés.

Conocimiento y Autoconocimiento


Es importante saber a dónde vamos, quiénes somos, qué hacemos y para qué, quién nos va a acompañar en el camino.

Antes de intentar orientar debemos hacer una primera reflexión sobre quiénes somos, conocernos a nosotros mismos. 

Si sabemos quiénes somos y qué queremos hacer, el cómo lo haremos viene solo.



Las personas que se “autoconocen” saben qué emociones experimentan y por qué, perciben los vínculos entre sus sentimientos y lo que piensan, hacen o dicen, reconocen qué efecto tienen esas sensaciones sobre su desempeño, conocen sus puntos fuertes y los ejes de mejora, metas, valores y se guían por ellos. 

Son personas reflexivas y aprenden de la experiencia, están abiertas a la crítica sincera y bien intencionada, a las nuevas perspectivas, al aprendizaje constante y al autodesarrollo. 

Son capaces de mostrar sentido del humor y perspectiva con respecto a sí mismas. 

Hablamos de los valores, que son aquello que nos engrandece como seres humanos (son nuestro GPS, no los podemos perder de vista) y al incorporarlos a nuestro repertorio conductual, pasan a ser actitudes.

La confianza es un valor importante, difícil de conseguir y fácil de perder, es importante cuidarla a diario y mantenerla. 

Cuando estamos orientando, y en la vida en general, tenemos que trasladar profecías positivas ya que van a influir en las personas con las que tratamos de manera significativa (efecto Pigmalión).

Fernando Aguilar – Galindo Ávila nos dio algunas reglas para “conectar” con las personas con las que nos relacionamos, pudiendo aplicarlo a las relaciones que mantenemos con las personas que orientamos en nuestro trabajo. 

Lo primero es no ir a lo que nos interesa a nosotros, sino demostrar a la otra persona que nos importa. 

Tenemos que saber cuáles son sus interesas y necesidades. Debemos responder a tres preguntas:

1. ¿Qué le interesa?

2. ¿Qué le inquieta?

3. ¿Qué le confunde?

Nunca debemos ver a la otra persona como un don nadie, es un rasgo profundo de arrogancia creer que lo que para nosotros es fundamental es más importante que lo que le importa a la otra persona.

Nosotros somos el mensaje, y la actitud hacia la otra persona habla con más fuerza que nuestras palabras. 

Los demás escuchan nuestras palabras y sienten nuestra actitud.

Todo el mundo, en una conversación importante, se está haciendo tres preguntas: ¿Le importo? ¿Puedo fiarme de esa persona? ¿Puede ayudarme? 

Cuanto antes resolvamos estas inquietudes, antes conectaremos con la otra persona.

Debemos demostrar disponibilidad, compartir con la otra persona alguna de nuestras dificultades, nuestros errores (ser humildes), no hacer suposiciones fácilmente que puedan dan lugar a malos entendidos y ser generosos.

Emociones y la Inteligencia Emocional

Otro de los temas importantes tratados en la sesión es el de las Emociones y la Inteligencia Emocional. 

Todas las emociones son necesarias para la supervivencia del ser humano.

Estas van a depender en gran medida de la nosotros mismos, de cómo vemos e interpretamos el mundo. 

Un acto ajeno puede derivar en una interpretación negativa, generar un pensamiento negativo y terminar en una emoción negativa.



Tenemos que saber diferenciar las emociones de los estados emocionales. 

No somos responsables de las situaciones emocionales, pero sí de permanecer en ellas de cómo en los enfrentamos a ellas, bien con resignación bien aceptándolas.

Esta aceptación está relacionada con el concepto de inteligencia emocional.

La inteligencia emocional (IE) es la capacidad de las personas de identificar sus estados emocionales (e interpretar el de otras personas), aceptarlos y actuar en consecuencia de manera adecuada.

Podemos decir que a IE es la suma de la inteligencia intrapersonal (las personas que para comprender, precisan reflexionar) y la interpersonal (las personas que necesitan sentirse conectadas con otro ser humano). 

 Las cinco competencias de la Inteligencia Emocional son:

  1.-MOTIVACIÓN: Perseguir nuestros objetivos y seguir adelante a pesar de los contratiempos.

  2.-CONCIENCIA DE UNO MISMO: Capacidad de saber lo que sentimos en cada momento.

 3.-AUTORREGULACIÓN: Manejar nuestras emociones para que faciliten nuestras tareas y no interfieran  en ellas.

  4.-EMPATÍA: Enterarse del que sienten los demás ser capaces de ponerse en su lugar.

  5.-HABILIDADES SOCIALES: Manejar con éxito las emociones en las relaciones, interactuar
 satisfactoriamente con los demás, gestionar adecuadamente los conflictos, comunicar claramente e influir sobre las personas.

Los principales transformadores "Ser transparente, acepta y entiende por dentro" son:

  1. Transparencia, autenticidad y congruencia.

  2. Aceptación incondicional.

  3. Empatía "entender por dentro"

El profesor Fernando Aguilar - Galindo nos habló de los ocho pasos necesarios para mejorar la Inteligencia Emocional:

1. Detectar la emoción que hay detrás de los propios actos y su origen.

2. Ampliar el vocabulario emocional.

3. No juzgar lo que se siente, las emociones son información.

4. Descubrir el mensaje oculto del propio lenguaje corporal.

5. Controlar los pensamientos para controlar los comportamientos.

6. Buscar los sentimientos que hay detrás de las reacciones de los demás.

7. Llevar un diario emocional.

8. Expresar emociones de forma asertiva.

Liderazgo e influencia

“Permítenos predicarte sin predicar, no con palabras si no con nuestro ejemplo”

El profesor Aguilar resalta la importancia de aprender de los fracasos y no desesperarse, a saber valorar lo realmente importante y priorizar, a no dramatizar y tratar de poner una gota de creatividad en nuestras vidas.

No ahogarse a pesar de las malas experiencias, ver más allá y pensar que queda mucha vida por delante y a valorar todo aquello positivo que tenemos y que aún quedará mucho camino por recorrer… En definitiva, aprender a ser felices en nuestras vidas.



Y para ello … debemos enseñar a comprender el punto de vista del otro, a no desesperarse cuando algo no sale bien, a aprender de los fracasos (son más y debemos sacar lo positivo de ellos), a organizar las prioridades y diferenciar lo URGENTE de lo IMPORTANTE, a que hay tiempo para todo y un tiempo para cada cosa, a aceptar y gestionar los cambios, a no dramatizar ni exagerar las dificultades, a explorar, a poner en juego la creatividad, a valorar los pequeños logros que mañana serán grandes avances, a entender que no se puede llorar eternamente por lo que ya no está (a no convertir una tristeza en una vida triste), a no tener una visión cortoplacista basada en el aquí y ahora, a agradecer a la vida por lo que tenemos (no por lo que nos falta), a conocer y enfrentarse a los miedos, a ofrecer y pedir ayuda y apoyo con vehemencia y humildad, a no darle a las cosas un valor que no sea el que realmente tienen, a reírse de uno mismo y de las propias torpezas en lugar de lamentarse, a dormir en paz con la satisfacción de haber dado cada día lo mejor que uno pueda, a dar y recibir de la misma forma, a cuidar y alimentar los sueños (propios y ajenos), a trabajar todos los días para ser la mejor persona que podamos ser, a ser un mejor ser humano cada día, a intentar ser feliz (a obligarnos a serlo), a ayudar al menos a una persona a ser mejor ser humano cada día y a conseguir que sea feliz.

La llave mágica para lograr todo lo anterior es simplemente SER QUIEN ERES, SER TÚ.

Proactividad

La proactividad es un concepto de psicología del trabajo y de las organizaciones definido como la actitud en la que el sujeto asume el pleno control de su conducta de  modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo e acciones creativas y audaces para generar mejoras haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del contexto.

Las personas proactivas se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados, pueden pasar muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos estímulos. 

El perfil de las personas proactivas destaca:  

  • Ser positivos
  • Tolerancia a la frustración
  • Anticipar, prevenir y resolver problemas
  • Asertividad
  • Asunción de riesgos     
  • Transformar las ideas en acciones
  • Perseverar, no rendirse
  • Ser flexible



Gestión del estrés

Como contrapartida a la sesión del día anterior con Fernado Aguilar en la que tuvimos una sesión de "mindfulness" como técnica de relajación, hoy nos va a hablar del estrés.

Comienza este relatorio con la siguiente pregunta: ¿qué es lo que hace que haya personas que en medio de la dificultad se mantengan serenas y confiadas, mientras que otras caen en el desánimo y la desesperanza ? El estrés.

Es muy importante entender que el estrés no es algo únicamente que daña la salud y resta eficiencia.

Hay un componente del estrés llamado eustrés que aumenta la concentración, mejora la capacidad de aprender y memorizar y ayuda a ver las cosas desde una mayor perspectiva.
Sin embargo, hay otro componente que es el distrés, que tiene justamente el efecto opuesto.


El estrés me ayuda, el distrés me anula.

Como todo lo natural, el estrés es, en principio, algo positivo, con tal de conocerlo y saberlo manejar.

Es un estupendo mecanismo de supervivencia que, en nuestros días, funciona muchas veces de manera oportuna y otras muchas no tanto.

Conviene pues aprender a conocerlo, prepararse para manejarlo y para soportar sus excesos, e incluso para utilizarlo de manera positiva, porque no es "algo que nos pasa", sino "algo que fabricamos" en teoría en nuestra propia defensa.

Creemos que estas sesiones con Fernando Aguilar-Galindo Ávila nos van a ayudar mucho como orientadores y a trabajar con nuestros orientados.

Los conceptos de empatía, asertividad ...tendrán que estar muy presentes en nuestro trabajo y sobre todo hay que ser optimistas.

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