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luns, 13 de novembro de 2017




Por Mariana Rodriguez-Losada


TECNOLOGÍA Y EMPLEO



¿Habrá más o menos trabajo cuando los robots conquisten las fábricas?
Las empresas que utilizan la inteligencia artificial están creando más puestos de trabajo de los que destruyen, al menos a corto plazo, según un informe de Capgemini el 83% de las empresas afirma que aplicar la inteligencia artificial está generando nuevos puestos de trabajo. Por ahora, el empleo se crea en las categorías profesionales más altas, en niveles de gerencia y alta dirección.
Son precisamente estos puestos de jefes los menos sustituibles por robots. Los expertos que defienden que la revolución tecnológica eliminará empleos, se refieren sobre todo a los relacionados con las tareas más automáticas y que están por debajo de los puestos de mando. En ese futuro vaticinado, la inteligencia artificial vendrá para salvarnos de las tareas más tediosas y nos dejará tiempo para aquellas en las que se necesitan capacidades exclusivamente humanas, como la elaboración de juicios y las relacionadas con la empatía y las emociones.




La inteligencia artificial proporciona los medios para reducir el tiempo que los empleados dedican a las tareas rutinarias y administrativas y permitirles centrarse en las actividades de valor humano añadido. Para muchos puestos de trabajo la combinación de humanos y máquinas ofrece mejores resultados que cualquiera de los dos por separado. A pesar de que las fábricas emplean cada vez más las últimas tecnologías inteligentes y conectadas, los trabajadores humanos siguen siendo vitales para asegurar su rendimiento.



La demanda de profesionales especializados ha crecido mucho más rápido que la formación necesaria para satisfacerlaQuiero ejercer una profesión digital, ¿Qué debería estudiar?

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La sociedad debe velar para que los beneficios de la tecnología lleguen a todas las personas y para ello se deberán impulsar los cambios sociales necesarios. La innovación tecnológica debe conllevar también una innovación social.

Según el modelo de competencias digitales definido por la Comisión Europea en la Agenda Digital Europea 2020, se establecen tres niveles de competencias digitales: la capacitación digital básica es la que nos permite participar del mundo laboral y hacer uso de las nuevas tecnologías en la sociedad (comprar por Internet, búsqueda de trabajo online, hacer gestiones públicas, compartir proyectos con mis compañeros de profesión, etc.); la especialización digital es la que nos permite que seamos expertos en nuestra profesión (manejar software avanzado, disponer de conocimientos como especialistas, etc.); y el conocimiento multidisciplinar, que debe enriquecer nuestra especialización anterior y facilita la adaptación a nuevos cambios tecnológicos.

Paralelamente, los avances tecnológicos también introducen tareas nuevas y más complejas para las que, en general, los humanos tienen inicialmente una ventaja comparativa. Estas tareas originan nuevos trabajos, como programadores de aplicaciones informáticas, expertos en ciberseguridad o científicos de datos. Históricamente, el surgimiento de nuevas tareas ha jugado un papel clave en el crecimiento del empleo, los puestos de trabajo cualificados que crean esos sectores aumentan la demanda de servicios en la economía local y generan así puestos de trabajo indirectos. Según algunos estudios, cada empleo del sector de alta tecnología en Europa genera cinco puestos de trabajo adicionales de baja tecnología en la misma región.

Con la llegada del tsunami digital, el 47% del empleo actual desaparecerá dentro de una o, como mucho, dos décadas, según calcula la Universidad de Oxford y otras instituciones. Por si fuera poco, el 90% de las profesiones que permanezcan sufrirán alguna transformación y requerirán la incorporación de nuevas competencias. Sin embargo, no todo es negativo. Llegan oportunidades sin precedentes para quienes apuesten por e-renovarse, por lanzarse a explorar y liderar el cambio. No importa cuál sea nuestro presente o pasado, la clave es apostar por sumarse al futuro…

Para los que quieran saber cuáles serán las nuevas profesiones, o cómo adaptar la suya, presento, a continuación, una selección con 11 tipos de empleos que van a dar mucho que hablar. La formación en la mayoría de estos nuevos trabajos no responde a una carrera en concreto, aún no existe un plan universitario para ellas. Existen varios caminos que suelen partir de una carrera tradicional y completarse con cursos o posgrados. Plataformas como Coursera o MiríadaX ofrecen multitud de programas MOOCs gratuitos y completos para seguir aprendiendo.

1. Analistas y programadores de Internet de las cosas (IoT)

Los números que rodean al sector del Internet de las cosas (IoT por sus siglas en inglés) lo muestran con claridad: esta tecnología, que en 2014 ocupaba a 300.000 profesionales especializados, necesitará multiplicar por 15 su fuerza laboral para el año 2020. Cualquier cosa es susceptible de tener un sensor que nos aporte datos o nos permita interactuar con ella, todo se puede monitorizar. Y sobre esa máxima van a construirse las ciudades y los hogares del futuro.

Serán trabajadores formados en ingeniería informática, pero también del resto de las ingenierías con amplios conocimientos de programación, sobre el Internet de las cosas y, por supuesto, big data.


2. Arquitecto de nuevas realidades

La realidad virtual generará mucho empleo que no podemos dejar escapar en ámbitos como el militar, la educación y, sobre todo, la empresa.

Por todo ello, necesitamos personas con conocimiento de desarrollo de videojuegos, sociología y psicología. Su formación debe incluir programación, gamificación, realidad virtual y aumentada, complementados con nociones de humanidades. Esto abre una puerta para quienes empiecen por la programación y decidan avanzar hacia las humanidades, pero también para quienes desde la psicología o la sociología deseen avanzar hacia su aplicación a las nuevas tecnologías.

3. Científico de datos

El big data no pertenece al futuro sino que es ya una realidad del presente. Es una tecnología que en 2015 ya generó un negocio global de más de 115.000 millones de euros y los próximos años seguirá creciendo.
La aplican empresas y administraciones de mayor y menor tamaño, y su futuro está ligado al desarrollo del Internet de las cosas. En este ámbito trabajan profesionales con conocimientos analíticos, de programación y lógica. Son personas formadas en matemáticas o estadística, especializados en aplicar sus disciplinas a las nuevas tecnologías.



4. Diseñador de órganos

En torno a 70.000 personas están en lista de espera en Europa para un trasplante, según la Comisión Europea, y, desafortunadamente, muchas mueren antes de llegar a recibirlo. Sin embargo, ya se está utilizando la impresión 3D para los órganos sencillos (como las vejigas) y pronto se hará para los más complejos. Por ello, hacen falta profesionales del mundo de la medicina que ayuden a consolidar esta tecnología y, sobre todo, que logren que se convierta en algo al alcance de todos.

Necesitaremos sanitarios con conocimientos de impresión de órganos en 3D para trasplantes y experimentación médica. Estamos frente a una evolución del médico “tradicional”, cuyo perfil será complementado con amplios conocimientos en impresión 3D y, por supuesto, de bioimpresión, lo que implica estar al día o investigar en el desarrollo de nuevos materiales y técnicas para lograr órganos cada vez más parecidos a los humanos.






5. Robotista

En este ámbito se desarrollará un tipo de profesional con conocimientos de ingeniería y ciencias de la computación que profundice en el desarrollo de robots con estabilidad dinámica, inteligencia y capaces de empatizar con quienes los necesitan. A su formación de base en ingeniería e informática tendrían que sumar una permanente revisión de los avances en áreas como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial o la impresión 3D. Su éxito depende en buena parte del diseño de sus creaciones, con lo cual deberán estar atentos a los progresos en esa área y, cuanto más quieran que se parezcan sus robots a un ser humano, más familiarizados con el cuerpo y su mecánica tendrán que estar.

6. Diseñador de redes neuronales robóticas e inteligencia artificial

Para que esa industria se desarrolle tendrá que haber personas especializadas en el funcionamiento de nuestro cerebro y en la tecnología necesaria para replicarlo de forma artificial y que semejante avance tenga aplicaciones concretas y útiles.

El diseñador de redes neuronales ha de tener conocimientos lógico-matemáticos, de programación y, a ser posible, de filosofía para el desarrollo de nuevas aplicaciones sobre esta tecnología. Esta profesión abre una doble oportunidad: en primer lugar, para quienes estudiaron (o estudiarán) humanidades y se atrevan a formarse en programación de aplicaciones de inteligencia artificial, pero también para los que apostaron por la ingeniería informática (y las disciplinas técnicas) y deseen seguir el camino que empezaron. En este caso, para lograr crear un robot que piense como una persona, necesitarán apoyarse en determinadas ramas de las humanidades.

7. Terapeuta de empatía artificial

Se espera que uno de los campos en los que avance más la robotización sea el de la formación y el apoyo a personas con necesidades especiales (cognitivas, motoras o sensoriales). Aquí no se convierten en un competidor frente al profesor o el terapeuta, sino en una herramienta de ayuda para que este pueda alcanzar sus objetivos.

La llegada de los robots a las terapias hará necesarias personas con conocimientos de psicología, sociología, psiquiatría y, por supuesto, las nociones necesarias de programación y tecnología.






8. Impresor 3-D

La impresión 3D ofrece oportunidades emprendedoras que, hasta hace muy poco, hubieran sido impensables. Sin embargo, lo que más llama la atención es su capacidad para transformar muchos modelos de negocio tradicionales completamente consolidados.

Por todo ello, necesitamos profesionales de todos los sectores de actividad, con conocimiento sobre las herramientas de impresión 3D, capaces de imaginar (e inventar) qué más podemos hacer con ellas. A medida que se desarrolle la impresión 3D se combinará con otros avances, por lo que será necesario saber también de robótica o Internet de las cosas.

9. Protésico robótico

Cada año entre 250.000 y 500.000 personas sufren una lesión medular, quedando, en muchas ocasiones “condenadas” para siempre a una silla de ruedas. Afortunadamente, gracias a la llegada de los exoesqueletos mecánicos ya no hay por qué resignarse. Las prótesis robóticas también proporcionan ya la posibilidad de devolver miembros con todas sus funciones y controlados por la mente a quienes los perdieron.

Esto significa que serán necesarios profesionales con conocimientos de robótica, impresión 3D, biología y, aunque parezca mentira, los avances en telepatía y telequinesis con tecnologías informáticas. El perfil será el de un médico o profesional de la salud familiarizado con esa tecnología.

10. Ingeniero de nanorobots médicos

La aplicación de la nanotecnología a la práctica médica recibe el nombre de nanomedicina, disciplina que está experimentando con el empleo de nanorobots para, entre otros usos, transportar fármacos por dentro del cuerpo. A modo de ejemplo, se estima que dentro cinco años podremos recurrir a nanorobots cerebrales para prevenir ataques epilépticos. Por si fuera poco, ya se ha logrado curar el cáncer de colon en ratones con nanorobots.

Harán falta trabajadores del mundo médico con conocimientos multidisciplinares que abarquen tanto la ingeniería y la computación, como la biología y el conocimiento tradicional de la práctica médica. Estamos frente a otra evolución de profesiones como la de médico y biólogo, que tendrán que complementar sus conocimientos con otros de robótica, y saber qué efectos puede tener la nanotecnología dentro del cuerpo humano.

11. Abogado especializado en drones y ciberseguridad

El potencial de tecnologías como los drones o el Internet de las cosas es enorme. Sin embargo, llegan con muchos retos y riesgos sobre nuestra seguridad y la de nuestras empresas. Por ello, hace falta un marco regulador y profesionales que permitan su expansión, pero que también controlen y limiten lo que las personas sin escrúpulos podrían llegar a hacer con ellas.

Para desarrollar y actuar en ese nuevo marco legal necesitamos abogados con conocimientos de tecnología y su marco regulador, que sean conscientes del impacto de estos avances sobre nuestras vidas y negocios.


Para saber mas:

FORMACIÓN: Conecta empleo
OFERTAS DE TRABAJO: tecnoempleo

Interesante entrevista de Iñaki Gabilondo al profesor Carl Benedikt Frey, economista sueco e historiador económico. Su trabajo se centra en el cambio tecnológico, el desarrollo económico y la transformación estructural. Ha escrito extensamente sobre digitalización y el futuro del trabajo:

1 comentario:

  1. O señor Benjamin foi por riba dos seus requisitos para axudarme co meu préstamo que empregou para ampliar o meu negocio de farmacia, eran xoias simpáticas, profesionais e absolutas para traballar. Recomendaré a calquera persoa que busque préstamo para contactar. Lfdsloans@outlook.com.WhatsApp ... + 19893943740.

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